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Fernando Gabriel Maidana |
Hoy Crónica Subterránea quiere
dar una vuelta de tuerca a sus ya clásicos reportajes, para introducir al
lector en una atmósfera onírica y de vuelo muy personal, que tiene como
protagonista a un artista argentino, Fernando Gabriel Maidana.
Dueño de una particular visión,
este talento de exportación nacional, derrocha en cada pincelada imágenes
imposibles, postales de mundos olvidados surgidos de la memoria inconsciente, y
que Maidana plasma con maestría dejando sin aliento al observador.
Como el lector imagina nuestra
elección no obedece al azar, sino que nuestro entrevistado suele incursionar
por los espacios esotéricos en busca de inspiración, lecturas que luego vuelca
en la realización de algunos de sus impresionantes cuadros.
Esta última característica fue el
factor determinante para invitarlo a ser parte de este reportaje, que sin duda
no pasará desapercibido a los seguidores del blog.
Pregunta inicial obligada ¿Cómo
surgió esta vocación?
Desde chico me pasaba todo el
tiempo dibujando, no hacía otra cosa. En un principio quise ser caricaturista,
pero un día, mientras miraba un libro de arte me topé con un maravilloso cuadro
de Salvador Dalí, “Pesca del Atún”, quedé fascinado. A partir de ahí sentí que
ese era el camino a seguir, fue como una revelación, que me llevó a los
dieciocho años a iniciarme en el estudio del arte. Enlace
Algunos críticos definen tu arte
como “surrealismo gótico” ¿Te identifica el término, o sentís te limita?
En realidad no sabría como
catalogar el estilo de mis cuadros. Algunos críticos lo clasifican como
surrealismo gótico, hay quiénes también lo ven como expresionismo, otros lo
denominan surrealismo pop, o simplemente arte fantástico. En el fondo creo mis
pinturas tienen un poco de todo, hay una influencia de cada cosa, pero sigo sin
tener una definición completa acerca de mi arte.
Una de tus obras remite al gran
Hieronymus Bosch, más conocido como “El Bosco”, a quién muchos consideran un
verdadero iniciado en el esoterismo oculto, centrado especialmente en los
conocimientos de orden alquímico. Tengo entendido sos un gran admirador de su
obra, así como un estudioso de su enigmática vida ¿Qué opinión te merece su
legado, y cuánta influencia asignás, en el desarrollo de tu propio estilo?
Soy un gran admirador del Bosco,
y ese cuadro fue mi pequeño homenaje al maestro holandés. No existe demasiada
información sobre su vida, pero se decía perteneció a una secta muy popular en
la Edad Media, llamada la “Hermandad del Espíritu Libre”, cuyos miembros
realizaban grandes orgías sexuales, con el fin de alcanzar un cierto grado de
éxtasis para si acercarse más a Dios. Sin duda un artista fascinante,
enigmático que conoció bien la naturaleza humana, todo un genio, precursor
además del surrealismo. Su tríptico “El Jardín de las Delicias”, está repleto
de simbolismos, por ejemplo: se ve un laúd lira que representa seres
andróginos, fresas gigantes como símbolos del sexo en descomposición. Creo que
mis pinturas dan nueva vida a sus míticos monstruos.
Tus primeros lienzos muestran una
faceta oscura, cargada de simbolismo fantástico, donde la mayoría de tus
personajes se someten al sufrimiento como una forma de alcanzar el éxtasis
vital. Una primera reflexión diría que: -para crear es necesario descender a
los abismos del alma- ¿Coincidís?
Sí, es cierto. Repasando la
historia de grandes artistas, caso Van Gogh, vemos como éste sufrió mucho a
causa de su esquizofrenia, llevándolo a tener fuertes crisis, lo cual no
impidió realizará en ese estado algunos de sus mejores lienzos. Otro ejemplo lo
tenemos con Edgard Allan Poe, quién fuera en vida un depresivo adicto a las
drogas y alcohol, situación que se agravó con el fallecimiento de su esposa. El
consumo de opio le producía terroríficas alucinaciones, cuyas visiones luego
volcaba en sus famosas narraciones. Durante el desarrollo mis primeros cuadros
en lo personal me encontraba atravesando por una profunda depresión, donde
sentía mi mente era un caos, y con ausencia de todo futuro posible para mi
arte. Ese estado anímico incidió en que mis primeros lienzos, se vieran
plagados de grotescos personajes, en su mayoría solitarios, sumidos en la
oscuridad absoluta, y sin vislumbrarse ninguna esperanza para los mismos.
Hablemos de lecturas. ¿Cuáles son
tus autores de cabecera? Dentro del campo de la literatura me inclino por el
género del terror. Autores como H.P. Lovecraft, Edgard Allan Poe, así como Bram
Stoker, tienen una gran ascendencia en mi lectura diaria. Divulgadores de corte
ocultista también ocupan mi tiempo, y generalmente suelo adentrarme en las
obras de H.P. Blavatasky, Eliphas Levi así como de Aleister Crowley.
Además del Bosco, en tus primeros
ensayos pictóricos hay una clara vinculación con otro artista legendario, el
suizo H.R Giger, creador de Alien.Giger es uno de los principales maestros del
género fantástico, seguido por muchos jóvenes, siendo además, un artista muy
admirado por la escena gótica. No hay duda que su trabajo sigue inspirando a
las nuevas generaciones, que encuentran en su estilo una clara identificación,
definitivamente en mi caso es un referente también importante.
El ocultismo de escuela parece
ocupar un lugar esencial en tus obras. Un observador atento diría que para
transitar ciertos estados alterados, es necesario nutrirse de este material
considerado por algunos como subversivo por sus interpretaciones crípticas, y
hasta cierto punto indescifrable. Sin embargo, en el mundo del arte donde la
pintura ocupa un sitio de privilegio, esta última parece encajar bien con estos
conceptos esotéricos, que en la actualidad resultan tan poco comprendidos. El
ocultismo siempre fue mi principal fuente de inspiración, aunque en lo personal
me considero un aficionado en el tema. Siento que es imprescindible que éste
ocupe una lugar destacado en mis obra, aunque no reconozco no soy el único
artista que se nutre del mismo.
Dentro del escenario argentino
pictórico, la mayoría de las obras conocidas se definen por su aire
costumbrista, y de neto corte local. Claro que existieron algunos rupturistas,
como el caso de Xul Solar, quién también estuvo muy relacionado a los
movimientos vanguardista de la época, siendo además un esoterista consumado. En
tu caso personal ¿sentís aceptación con tus trabajos, o crees sigue
predominando una esencia argentina, que en el factor arte no se aparta del
estilo conservador cultivado desde principio de siglo?
Siento satisfacción
porque mis obras, ya que a pesar de su complejidad, fueron bien recibidas por
colegas y críticos locales, para nada familiarizados con este tipo de arte. Una
vez sin embargo tuve un problema con una Galería -de la cual me reservo el
nombre-, que se sintió molesta por un cuadro en el cual plasmé un hombre
crucificado, con dos súcubos lamiendo su parte íntima. Definitivamente era una
crítica a la religión católica, que a los curadores les pareció demasiado
audaz, llegando a denominar el trabajo como pornográfico, por lo cual se me
sugirió “retocara ciertas partes”, en un claro intento de censura. Y es que los
inquisidores aún andan sueltos, más en este tipo de trabajo que rompe con los
paradigmas tradicionales.
Pasemos a tu obra actual. En esta
nueva etapa, asistimos al abandono del claro oscuro de tus comienzos, dando
paso a un colorido deslumbrante, aunque sin perder ese toque onírico tan
característico, que es una de las marcas registradas de tu trabajo. ¿A qué
obedece el cambio?
Me gusta experimentar cosas
nuevas, aunque sigo fiel a la temática de siempre. El colorido se debe a que en
el presente siento un poco más de optimismo, y trato de darle color no solo a
mis cuadros, sino también a mi propia vida.
Supongo que muchos artistas joven
se van identificar con tu visión en este reportaje. ¿Qué recomendarías a los
nuevos valores emergentes?
¡No recomiendo absolutamente
nada!
Fernando Gabriel Maidana
Infinitas Gracias!